miércoles, 17 de noviembre de 2010

DESINTOXICACION Y PREVENCION DEL ENVEJECIMIENTO

  MARISOL RUIZ SUBAUSTE
  NUTRICION ORTOMOLECULAR
 4451741     994670903




Para tener energía y vitalidad
La máquina tan compleja que es el cuerpo humano lleva acabo una serie de complicadas funciones para mantenerse vivo. Estas funciones son necesarias, pero producen unos residuos que pueden ser extremadamente peligrosos, a menos que sean eliminados o convertidos, lo antes posibles, en químicos no dañinos.
A  éste proceso natural de estrés interno hay que añadirle el estrés externo al que estamos sometidos. Por ejemplo, la toxicidad de metales pesados y otras sustancias nocivas son muy comunes hoy en día. El plomo, cadmio, aluminio, mercurio, arsénico, nitratos, radiación y pesticidas en general están en contacto con nosotros a través del aire, agua, comida, productos de higiene y otros.

Si la cantidad de toxinas excede nuestra posibilidad de desintoxicarnos, estas sustancias tan dañinas pasan a ser integradas en nuestros huesos, grasa, cerebro y otros tejidos. Cuando, por ejemplo, la grasa del cuerpo se usa para producir energía (como en el caso del seguimiento de dietas estrictas, estar bajo mucho estrés nervioso, no comer regularmente, etc.) las toxinas son expulsadas a la sangre pudiendo afectar a cerebro, sistema nervioso, hígado, riñones y otros órganos vitales.

Cualquiera que sea el tipo de estrés al que estemos sometidos (interno o externo), produce toxinas, llamadas radicales libres.
El cuerpo está dotado de diferentes enzimas antioxidantes que neutralizan los radicales libres. Para que éstas funcionen eficazmente se necesitan cofactores como el manganesio, hierro, cobre, zinc, ácido glutámico, cisteína y glicina. También existen antioxidantes naturales, producidos por el propio cuerpo, como es el colesterol, que ayuda a proteger las membranas de las células contra el ataque de los radicales libres.
Es importante proporcionarle al cuerpo ayuda extra a través de esos antioxidantes, que son unas sustancias que protegen a las células de los efectos destructivos de los radicales libres. Los antioxidantes naturales incluyen: las vitaminas C, A, E, betacaroteno y el grupo de las B, el mineral selenio, los aminoácidos L-glutation, L-metiotina y otras sustancias como la quercetina y la coenzima Q10.
Cuando el cuerpo está falto de nutrientes y cofactores antioxidantes, y al mismo tiempo presenta gran índice de toxicidad, aparecen síntomas y problemas de salud, por ejemplo:
  • fatiga; falta de concentración; irritabilidad; insomnio;
  • dolores de cabeza; infecciones frecuentes; problemas de piel;
  • inestabilidad emocional; desarreglos hormonales;
  • problemas intestinales; artritis; envejecimiento prematuro.
Muchos elementos tóxicos son antinutrientes. Esto significa que el daño que causan es mediante la interferencia que hacen con la absorción y utilización de nutrientes, o mediante su excreción del cuerpo. Por ejemplo, el plomo, que proviene del humo de los coches, pesticidas, agua del grifo, interfiere con la absorción del mineral zinc; el cadmio, en cigarrillos, elimina la vitamina C del cuerpo. La falta de estos nutrientes, como vemos, interfiere en el funcionamiento de los enzimas antioxidantes y, por lo tanto, en la prevención y destrucción de los radicales libres.
Es imposible evitar todo tipo de toxicidad (externa, o la causada por el propio cuerpo) a raíz de los procesos metabólicos. Sin embargo podemos tomar medida para disminuir el daño que dicha toxicidad puede causar.
Hay varios pasos importantes a seguir para mantener la salud, aun viviendo en una sociedad contaminada y donde lo artificial le ha ganado terreno a lo natural.


Minimizar la toxicidad y producción de radicales libres

  • Beber siempre agua embotellada o filtrada. Si se usa filtro del agua, cambiarlo regularmente siguiendo las recomendaciones del fabricante.
  • En caso de beber agua del grifo, dejar correr el agua un par de minutos por la mañana antes de beberla.
  • Nunca beber agua del grifo caliente.
  • Seleccionar frutas y verduras biológicas, siempre que sea posible.
  • Evitar comprar frutas y verduras expuestas al tráfico de la calle. Si es inevitable, comprar sólo aquello que se puede pelar.
  • Lavar las frutas y verduras, preferiblemente en un recipiente de agua con unas cucharaditas de vinagre. Esto acidifica el agua y ayuda a eliminar toxinas. De lo contrario, pelar la fruta y las verduras.
  • Quitar y tirar las hojas externas de vegetales como la col y lechuga.
  • Escoger frutas y verduras de temporada.
  • Evitar la comida envasada en aluminio.
  • Evitar aditivos excepto los siguientes que son sustancias naturales: E101 (vitamina B2), E160 (caroteno, vitamina A), E300-304 (vitamina C), E322 (lecitina), E375 (vitamina B3) y E440 (pectina).
  • Evitar el café instantáneo.
  • Evitar el uso de aerosoles (lacas, desodorantes, etc.) y también antitranspirantes que contengan aluminio.
  • Evitar hacer ejercicio o caminar por calles con mucho tráfico.
  • Evitar el tabaco y los lugares con humo.
  • Evitar las comidas fritas y a la barbacoa, los aceites quemados y recalentados.
  • Evitar el uso de productos para la acidez estomacal (la mayoría contienen aluminio, entre otras cosas).
  • Cepillarse los dientes y usar un hilo dental regularmente

QUE ES LA NUTRICION ORTOMOLECULAR



La medicina ortomolecular o nutrición ortomolecular es una terapia que acentúa el uso de cantidades de biomoléculas  (vitaminas, minerales, oligoelementos...) no sólo hasta alcanzar los umbrales marcados por la Organización Mundial de la Salud y la Administración de Drogas y Alimentos, que serían únicamente para evitar la carencia; sino para alcanzar un estado óptimo de salud y/o la curación.
La medicina ortomolecular se centra en el papel de la nutrición apropiada en relación con la salud, postulando que muchas dietas típicas son escasas para la salud a largo plazo. La nutrición es lo primero en los diagnósticos y tratamientos de medicina ortomolecular, y los medicamentos se utilizan solamente para indicaciones específicas.
La medicina ortomolecular es definida como la disposición de la constitución molecular óptima, especialmente la concentración óptima de las sustancias que están normalmente presentes en el cuerpo, para los propósitos de tratar la enfermedad y de preservar la salud.
Linus Pauling propuso el término “medicina ortomolecular” en 1968 en la revista Science. El campo de la psiquiatría ortomolecular se ocupa del uso de la medicina ortomolecular de tratar problemas psiquiátricos.



En medicina ortomolecular se considera que las enfermedades son causadas por desequilibrios moleculares que son corregibles mediante la administración de las moléculas nutritivas adecuadas en el momento correcto. Estas causas, se cree, originan aberraciones bioquímicas, cuya acumulación dan lugar a los síntomas e indicios, de los cuales se sigue la percepción de un estado de enfermedad. Algunas enfermedades clínicamente evidentes se pueden describir como conjuntos difusos de anomalías bioquímicas.
Además de las clínicas estándar, los doctores ortomoleculares emplean análisis de laboratorio, incluyendo análisis de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas y minerales, el estado de vitaminas funcionales, hormonas, inmunología, microbiología y función gastrointestinal. Muchas de las pruebas más nuevas no han sido aceptadas por la medicina convencional.
La terapia ortomolecular consiste en administrar sustancias normales al cuerpo, comúnmente por administración oral. En los primeros tiempos de la medicina ortomolecular, esto significó generalmente terapias con dosis altas de un solo nutriente. Sin embargo, algunas dolencias, según los postulados de esta medicina alternativa, requieren dejar de tomar temporalmente sustancias normales. A menudo, el médico ortomolecular emplea múltiples sustancias vitales (aminoácidos, enzimas, nutrientes no esenciales, hormonas, vitaminas, minerales, etc.) en un esfuerzo terapéutico de restaurar éstos (o sustancias derivadas de ellos) a los niveles estadísticamente normales en personas jóvenes sanas.
La suplementación con dosis relativamente grandes de vitaminas se da a menudo y la terapia conocida por el nombre de "terapia de megavitaminas" se ha llegado a asociar popularmente con este campo. La terapia de megavitaminas es la administración de cantidades grandes de vitaminas, a menudo muchas veces mayor que la cantidad diaria recomendada